Coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, y también con la americanada del Halloween, arrancó el pasado 1 de noviembre el torneo más prestigioso y mejor organizado del territorio nacional, en las categorías infantil, cadete y júnior: el Villa de Avilés. Una villa que, dicho sea de paso, se vuelca con esta cita anual y se engalana con los colores de nuestro deporte.
Detrás de todo ello, el trabajo incansable y de absoluta precisión de Carlos Fernández, su mujer, y todo el elenco de colaboradores que forman piña alrededor del J. C. Avilés. "Se nota -decían algunos- que esta competición está hecha con amor". Y no entendemos como la política federativa no reconoce a esta estupenda cita con los distintivos de Súper Copa de España, además de en la categoría infantil -que ya lo es-, también en la categoría cadete y júnior (recordemos que en esta última ni siquiera puntúa como copa de España).
En definitiva: buena organización, buen nivel deportivo, gran índice de participación, buen ambiente en las gradas y en la pista. ¡Enhorabuena!
Respecto a la batalla sobre el tatami, León Villar (73) logró desplegar todos sus recursos técnico-tácticos y adjudicarse la medalla de oro en el torneo sub 21, como ya hiciera en la temporada anterior en categoría cadete.
Rosa Ferrer (44) realizó una buena competición en Copa Cadete en la que se impuso frente a: Thania Pérez (MAD), Rocío García (GAL) y Elsa Montero (GAL). En el combate de final, la del Judokan cayó ante la joven de Castalla Mireia Rodríguez (VAL). Una medalla de plata que nos supo a poco, teniendo en cuenta que Ferrer ya había conquistado el oro en este torneo en ediciones anteriores.
Además de los resultados, sin duda, lo mejor del fin de semana fue el buen ambiente entre los deportistas y padres del club. La expedición del Judokan debió ser la más numerosa de la competición, con más de 60 integrantes, entre deportistas y familiares. ¡Enhorabuena a todos! A trabajar en el tatami y a seguir disfrutando de nuestro deporte.
